sábado, 16 de setembro de 2006
El neonazismo sigue subiendo en Alemania
Gara
El neonazi NPD ha conseguido entrar en el hemiciclo de Mecklenburgo-Antepomerania y en las asambleas de algunos distritos de Berlín. La canciller, Angela Merkel, asume la responsabilidad por la debacle de su partido, la CDU. El Partido Socialdemócrata, que ha bajado de votos, se plantea buscar nuevas coaliciones.El neonazismo ha vuelto a triunfar en Alemania. En el estado federal de Mecklenburgo-Antepomerania los bisnietos de Hitler obtuvieron el 7,5 % de los votos a nivel regional. Estarán presentes con seis diputados en el hemiciclo de Schwerin. El éxito del Partido Nacionaldemócrata de Alemania (NPD) se debe ante todo a que en tres distritos electorales de este land ha logrado entre el 11 y 15% de los votos. Durante años ha hecho trabajo de base a la luz del día en una de las más pobres zonas de ese estado federal donde el paro alcanzó en agosto el 27%.
Según los sondeos, la propaganda neonazi caló ante todo en el grupo de personas que tienen entre 18 y 24 años porque de cada cien votantes 15 le dieron sus votos. En el grupo de los que fueron por primera vez a ejercer su derecho a votar fueron 17 de 100 los que le votaron. Así se sitúa solo tres puntos por detrás de la CDU y ocho detrás del SPD. Los encuestadores han descubierto también que la campaña electoral de los neonazis caló más que la de la CDU. Cuanto más joven es el electorado tanto más votos ha recibido el NPD. Este hecho debería hacer reflexionar a los demás partidos. En Berlín el NPD recibió el 2,3% a nivel regional pero logró entrar en las asambleas de cuatro distritos de la capital alemana.
Actualmente el NPD está presente en los parlamentos de Mecklenburgo-Antepomeranía y de Sajonia. En Brandenburgo es la ultraderechista DVU, la Unión Alemana del Pueblo, que intenta mantener alto el estandarte del neofascismo en Alemania. Hasta ahora tanto el NPD como la DVU han llamado la atención de los medios alemanes más por sus pugnas internas que por su política. Esta última consistía en primer lugar en provocaciones para tapar por ejemplo la desintegración del grupo parlamentario en el hemiciclo sajón.
Por las peleas internas y la falta de experiencia de poder competir con la experiencia parlamentaria de los demás partidos, los demócratas piensan que muy pronto podrán acabar la presencia neofascista en Schwerin, Dresde y Potsdam. El Consejo Central de los Judíos Alemanes exige un nuevo proceso de ilegalización del NPD. El primero fracasó por la fuerte presencia de colaboradores del Servicio Secreto interior en el seno de ese partido la cual no habrá cambiado esencialmente y además no solucionaría el problema del paro ni acabaría con la frustración que está muy presente en el Este alemán.
El debate sobre el auge del neonazismo lo han aprovechado los dos partidos más votados, el SPD y la CDU, para desviar la atención de sus propios fracasos. En los dos estados federales el SPD sigue siendo el partido más votado aunque en Schwerin perdió el 10%, situándose en el 30%, mientras que en Berlín subió un punto, hasta el 30%. La CDU a cambio perdió casi 3 puntos en Mecklenburgo, donde se situó en el 28%. En Berlín la perdida era similar, unos 2,5 puntos, que han bajado la CDU al 21%. Es el peor resultado de su historia. El debacle es completado por la noticia de que su principal candidato, Friedbert Pflüger, quizás no va a tener escaño porque primero no logró el mandato directo y segundo en la lista de su distrito figura solamente en el cuarto puesto que en el recuento de los votos lo podría perder al SPD.
Para su presidenta Merkel el fracaso es total no sólo por su cargo sino también por el hecho de que ella pertenece al comité regional de Mecklenburgo-Antepomerania. «Reconozco que el Gobierno Federal no ha tomado decisiones muy populares en los últimos meses», dijo la canciller. Para hacer frente a la creciente presión desde dentro de la CDU que va en contra de su persona, Merkel ha propuesto que una gran coalición gobierne en Mecklenburgo, copiando el modelo que la canciller está liderando a nivel nacional.
Opciones en Berlin
Puede ser que el SPD acceda a esta propuesta para originar más problemas internos en la CDU. Los barones cristianodemócratas se hallan al borde de un ataque de nervios por la caída en picado que su partido ha sufrido en las últimas semanas. Un golpe interno contra Merkel y el bipartito podría ser posible.
En Berlín, el antiguo y nuevo «alcalde gobernador» Klaus Wowereit (SPD) tiene la opción de eligir o a los verdes o al Linkspartei como su socio. Hasta ahora ha gobernado con el Linkspartei pero los socialistas han vivido una fuerte pérdida del 9% que le ha dejado en 13%, es decir a la misma altura que a los verdes. Los ecologistas han subido cuatro puntos. La cuestión es si el Linkspartei opta por la oposición o no. La causa de su fracaso es por un lado la pelea con el disidente ala berlinés del WASG, un partido que surgió como protesta al bipartito SPD-Linkspartei, pero con el cual se halla en un proceso de fusión. Por el otro lado el resultado de Berlín obliga al Linkspartei de decidirse o por seguir con el SPD o por volver a sus raíces socialistas. Tanto a nivel nacional, donde triunfó con el 8% en 2005, como también en Mecklenburgo, donde el Linkspartei subió medio punto al 16%, ha quedado demostrado que sólo tendrá éxito con un discurso diferente al del SPD. «Tenemos que terminar el proceso de fusión con el WASG», dijo ayer el presidente del Linkspartei, Lothar Bisky. Para ello a su partido le vendría bien retirarse de los dos ejecutivos en Schwerin y Berlín para reorganizarse desde la oposición. Desde esta posición podría atacar tanto al SPD como al ala disidente del WASG.
Las elecciones regionales demuestra que la política alemana sigue estando paralizada. -
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